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martes, 27 de febrero de 2018

MARATÓN DE SEVILLA 2018. JAVI GUERRA OTRO JULIO REY.


No hay quien le tosa en el fondo español a Javi Guerra, consagrado en Sevilla como la auténtica sensación del momento y la gran referencia del maratón nacional tras una carrera excelente, sin tachas, siempre en cabeza junto a los africanos. De principio a fin. No les perdió el hilo desde la salida, en la Avenida Carlos III, hasta el deteriorado tartán del estadio de La Cartuja, donde le puso el lazo a una actuación memorable.

Aquí, en Sevilla, ya había corrido, pero sólo en varias ediciones del Cross de Itálica. Era su debut en el maratón hispalense. Y qué debut. Quería hacer de esta ciudad un talismán más, como lo es Londres, y a fe que lo logró. Su anterior plusmarca en la distancia (2.09.33) voló por los aires. Se alzó con el Campeonato de España entrando cuarto en meta, firmó marca personal, la mínima para el Europeo de Berlín -ya estaba preseleccionado al ser el primer español en el pasado Mundial de Londres- y, no contento con eso, sus 2.08.36 pulverizaron también el mejor registro de un maratoniano nacional en suelo español, hasta ayer en poder (2.10.09, desde 2011) de Carles Castillejo. El segoviano pasó la media en 1.03.28 y llegó a correr en tres minutos el kilómetro. El ritmo impuesto por el grupo de cabeza era abrasador. Pero aguantó. Es el primer español que baja de 2.09 desde 2006. Ahí es nada. Venía a mejorar su tiempo personal y cumplió su palabra en una edición, la trigésimo cuarta del Maratón, plagada de nombre propios.

Reto conseguido


Para empezar, el del propio Castillejo, el primero que logró su objetivo. Campeón de España en 2016 en Sevilla, donde picó además el billete para los Juegos de Río junto a Jesús España, sus miras no estaban puestas en Berlín, sino en Valencia, en el Mundial de Medio Maratón. Necesitaba hacer escala en la cita hispalense y lograr la mínima, fijada en 1.04.30. Así que este veterano barcelonés planteóuna carrera a todo trapo, tirando como liebre en los primeros quince kilómetros, para aflojar el pistón a partir del 21. Tenía que terminarla (hizo 2.24.03) para que su crono tuviera validez. A la altura de la media maratón, Castillejo comandaba la carrera a un ritmo incluso superior al esperado: 1.03.18, por debajo del 1.04 previsto. Reto conseguido para el catalán, que a partir de ahí cedió ya el protagonismo a la legión africana, un grupo mucho más compacto durante más kilómetros que otros años, y la tripleta de españoles entronizada: Guerra, Jesús España e Iraitz Arrospide.
El segundo también había fijado en Sevilla el lugar en el que atacar la mínima para Berlín. Aquí corrió el primer maratón de su trayectoria profesional, en 2016, y puede que ayer disputara el penúltimo. No será la cita del mes de agosto en Alemania una más para el veterano atleta (39 años) de Valdemoro. «El triunfo era inabordable porque hemos tenido a un Javi estelar. Hay que disfrutarlo porque no teníamos un maratoniano de este nivel desde hacía mucho tiempo. Es amigo mío y me ha dado mucha alegría», dijo el madrileño (2.13.24), octavo en meta.
Con Guerra, cuarto de la general, sólo pudieron los tres keniatas que llegaron de la mano a la meta. Se apuntó el triunfo Tuwei Dickson Kipsang (2.08.22) y, tras él, Laban Kipkemboi Mutai (2.08.23) y Kimtai Andrew Ben (2.08.32). No se tumbó el récord del Maratón, que le pertenece desde 2017 al también keniata Titus Ekiru (2.07.43) y así seguirá siendo hasta 2019.
En chicas, en cambio, el récord de la portuguesa Marisa Barrios (2.26.03) cayó al fin. Databa de 2009; es decir, se forjó en el anterior circuito, previo a la remodelación. La campeona europea, mundial y olímpica, Rosa Mota, ejercía de madrina de esta edición -animó efusivamente toda la mañana a los populares que entraban en meta con tiempos superiores incluso a las cuatro horas- y vio pasar a la historia la plusmarca de su compatriota. No sólo la batió la ganadora, la marroquí afincada en Cantabria Kaoutar Boulaid (2.25.35), sino también las dos etíopes (Shewe Hayimanot Alemayehu, 2.25.51, y Badane Bedatu Hirpa, 2.25.54) que la acompañaron en el podio. Boulaid se mostró intratable desde el inicio. No era novata en Sevilla, aunque no esperaba correr tan rápido. Había sido segunda aquí, en 2016, tras Paula González Berodia, con 2.31.26. Conocía el trazado e impuso un ritmo infernal para sus perseguidoras, aventajando al grupo de las otras africanas en treinta segundos en muchos tramos de la carrera -firmó 1.12 en la media- y venció con autoridad, entre otras, a la nueva campeona de España, Marta Esteban (2.31.24). Aunque no pudo batir su marca personal, la valenciana acabó séptima y confirmó su hegemonía en la distancia de Filípides entre las maratonianas nacionales. Sucede, así, a Clara Simal (2.33.10), segunda española, también con mínima para Berlín. Alicia Pérez (2.41.20) completó el podio.
El sevillano Alhassane Bangoura también brilló firmando el mejor tiempo de la historia en el Maratón hispalense de un corredor local (2.16.48).

Javi Guerra: «Uno de los días más felices»

El segoviano estaba exultante: «Más no se puede pedir: campeón de España y marca personal, uno de los días más felices de mi vida deportiva. Al ir la carrera tan rápida, he pasado cierto miedo, porque no sabía cómo podía repercutirme luego, pero se ha ido ralentizando y eso me ha dado la vida para acabar la parte final más fuerte. La preparación ha sido magnífica, con sensaciones buenísimas y sólo me quedaba plasmarlo», dijo.
CRÓNICA DE ABC.

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